Con este post, además, aprovecho para desearos a todos FELICES FIESTAS!!!
Estas galletas son muy tradicionales de los países nórdicos,
las toman mojadas en vino caliente con especias!!!
Horneamos las galletas durante 6 minutos o hasta que estén doraditos. Las sacamos del horno y las dejamos reposar en la bandeja durante al menos 5 minutos, antes de pasarlos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Algunos trucos o apuntes
Os dejo la receta:
Ingredientes
- 250 gr mantequilla a temperatura ambiente
- 105 gr azúcar moreno
- 125 gr azúcar
- 340 gr de melaza /Golden Syrup o miel de caña)
- 1 huevo
- 780 gr harina
- 1 cucharadita (tsp) bicarbonato sódico
- 1 cucharada (tsp) de jengibre en polvo
- 1 cucharadita (tsp) de canela en polvo
- ½ cucharadita (tsp) de clavo en polvo
- ½ cucharadita (tsp) de nuez moscada
- ½ cucharadita (tsp) de sal
Nos ponemos manos a la masa
En la batidora de varillas mezclamos la mantequilla a temperatura
ambiente (punto pomada) y la batimos a velocidad alta hasta que se quede
esponjosa. Echamos el azúcar moreno y el azúcar y seguimos batiendo hasta que
se integre del todo.
Ahora bajamos la velocidad de la batidora y añadimos la melaza poco a poco y posteriormente el huevo y seguimos mezclando a velocidad baja hasta que todo esté bien mezclado.
Ahora bajamos la velocidad de la batidora y añadimos la melaza poco a poco y posteriormente el huevo y seguimos mezclando a velocidad baja hasta que todo esté bien mezclado.
Tamizamos la harina junto con el bicarbonato, el jengibre,
la canela, el clavo, la nuez moscada y la sal. Lo vamos incorporando poco a poco a la mezcla
a velocidad baja hasta que ya esté todo integrado.
Envolvemos en papel de plástico la masa y la metemos en la
nevera. Lo ideal es esperar hasta el día siguiente para hacer las galletas,
pero si tenéis prisa, con 2 horas de nevera os podría valer.
Cuando la masa ya esté fría y haya endurecido en vez de
sacarla toda de golpe y empezar a trabajarla y que se quede blanda otra vez,
cortamos un trozo de masa y la extendemos con un rodillo, no tiene que quedar
muy fina.
Yo tengo un rodillo que te tiene unos topes y las hago de 6
milímetros las grandes que quiero decorar y otras las hago de 2 milímetros (es
curiosos que saben distintas con distintos grosores). Es importante que tengan
todas las que metemos luego en una misma hornada tengan el mismo grosor, ya que
sino unas se harán más que otras en el en el horno. Una vez que se os quede
blanda la masa, guardar esos recortes en la nevera o congelador y seguir con un
trozo nuevo recién sacado de la nevera y cuando acabemos con toda la que
tenemos envuelta, volvemos a usar los recortes que habíamos puesto a enfriar
otra vez.
Una vez extendida la masa, con un cortapastas o cortador de galletas vamos cortando la masa con su forma y las ponemos sobre una bandeja o tabla de cortar con papel de horno o con una lámina de silicona, que luego ya meteremos así directamente al horno.
Lo bonito de estas galletas es que se
queden con la forma que las hemos cortado, por lo que si las metemos ahora en
el horno, como la masa ya no está muy fría, no quedará la forma perfecta, por
lo que con la bandeja o la tabla las metemos o media hora en la nevera o 5-10
minutos en el congelador para que se endurezcan de nuevo.
Una vez extendida la masa, con un cortapastas o cortador de galletas vamos cortando la masa con su forma y las ponemos sobre una bandeja o tabla de cortar con papel de horno o con una lámina de silicona, que luego ya meteremos así directamente al horno.
Precalentamos el horno a 200º y preparar dos bandejas
cubiertas con papel de hornear.
Horneamos las galletas durante 6 minutos o hasta que estén doraditos. Las sacamos del horno y las dejamos reposar en la bandeja durante al menos 5 minutos, antes de pasarlos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Congelar la masa
Si veis que no vais a usar toda la masa que sale, podéis
dividirla en 2 partes y una congelarla, ya que como lleva huevo crudo no es
recomendable tenerla mucho tiempo la masa cruda. O si haces hoy la masa y no la
vas a usar hasta pasados unos días, la congeláis, para evitar riesgos
innecesarios. El día que la vayáis a utilizar, la sacáis unas horas antes del
congelador y la metéis en la nevera y ya podéis usarla.
Grosor de la galleta
Si no tenéis rodillo con niveles, siempre se pueden usar
trucos caseros. Antes de tener este rodillo, yo ponía 2 cucharas de palo, la
masa en el centro y pasaba el rodillo por encima de las cucharas y así la masa
quedaba con el grosor de estas. Es importante que tengan todas en mismo grosor,
ya que sino unas se harán más que otras en el en el horno.
Cortadores
Cortadores, hay millones, más grandes más pequeños, con
millones de formas. Hay algunos que te marcan sólo el contorno y otros que
también hacen marcas sobre la superficie de la galleta y ya queda bonita sólo
con hornearla. Hoy en día se encuentran en muchos sitios, en las tiendas
especializadas en repostería hay un montón de modelos distintos y si no tenéis
cerca de casa una, también venden online, pero como os digo ya se ven en muchos
sitios, hasta en los chinos.
Enfriar galletas
Una vez están hechas las galletas, no todas nos caben sobre
la rejilla, por lo que yo según voy sacando del horno, voy poniendo las más
frías sobre una cestita de mimbre, que como tiene agujeritos siguen
enfriándose. Si las ponemos sobre una superficie que apoye toda la galleta
sobre ella, no se terminan de enfriar bien y quedan un poco húmedas y blandas.
Conservar las galletas
Una vez ya frías las galletas, lo mejor para conservarlas es
en una caja de lata, de las de toda la vida. Así te pueden durar más de 1 mes.
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