sábado, 26 de octubre de 2013

Palmeritas

Hola a todos, hoy os traigo una receta muy fácil de hacer, que está buenísima y que es un clásico que gusta tanto a niños como a adultos!!!


Ingredientes para unas 12 o 16 unidades

  • 1 Lámina de hojaldre fresco rectangular (no vale redondo)
  • Azúcar


Nos ponemos manos a la masa

El hojaldre puede ser congelado, refrigerado o casero. Yo suelo usar el refrigerado, puesto que el congelado me gusta menos y el casero lleva mucho curro. Lo primero de todo, sacamos el hojaldre refrigerado de la nevera para que vaya cogiendo temperatura y lo podamos desenroscar sin que se rajen los extremos, lo mejor es sacarlo unos 10-15 minutos antes de hacer la receta.

Mientras toma temperatura preparamos el lugar de trabajo. En una superficie limpia echamos azúcar, para que haya más o menos por toda la superficie que va a ocupar el hojaldre, pero no usar una capa muy gorda de azúcar o quedarán muy pegajosas y muy dulces que sea una capita finita. Podéis usar las manos para extenderla por igual y que no quede demasiada. 


Desenrollamos el hojaldre y lo posamos encima del azúcar. 



Por encima del hojaldre echamos otra capa de azúcar. 


Pasamos ligeramente el rodillo por encima del hojaldre, con el objetivo de que se pegue el azúcar, pero no de extender la masa (algo se extenderá, pero tenemos que intentar que siga siendo lo más rectangular posible).
Doblamos el hojaldre de manera que un extremo lo llevamos al centro y el otro lado al centro también, como se ve en la foto. Apretamos un poco con las manos para que se pegue el azúcar.



Volvemos a repetir la operación con otro doblez más de la misma manera.



Y por último juntamos los dos lados, hay que coger una de las mitades y ponerla sobre la otra y apretamos suavemente con los dedos para que se una todo.



Ponemos el hojaldre en una tabla y cortamos el hojaldre en rodajitas de un centímetro y medio o 2 centímetros, más o menos, con un cuchillo de cerámica o uno muy bien afilado y los cortes tienen que ser rápidos y de un golpe, no vale cortar ni con uno de sierra ni llevando el cuchillo para delante y para atrás, ya que se estropea el hojaldre. Metemos la tabla en la nevera para que el hojaldre esté lo más frío posible antes de hornearlo, así haremos que suba mejor el hojaldre en el horno.


Mientras que el hojaldre se enfría, precalentamos el horno a 210 grados.

Cuando ya está el horno precalenteado, con el papel que trae el hojaldre o con papel de horno, si no traía el hojaldre, forramos la bandeja del horno y ponemos 12 trozos del hojaldre. De manera de 3 filas 4 4 palmeritas cada fila. Hay que dejar espacio entre ellas, ya que crecen.


Y lo metemos al horno, yo lo pongo a una altura más arriba que la mitad del horno y dejar unos 11 minutos (en cada horno puede variar). 


Pasados 8 minutos, es muy importante ponerse ya a mirar las palmeritas, ya que enseguida el azúcar toma color tostadito, pero 5 segundos después el azúcar se quema, por lo que hay que ver, cuando ya tenga un color bonito, se sacan, antes de que se queme el azúcar. Y así ya tenemos el tiempo de referencia para la siguiente hornada.


Dejamos enfriar unos 5 minutos en la bandeja fuera del horno ya que el hojaldre está muy blando y se puede romper y el azúcar (ya caramelo) está muy caliente y luego pasamos a una rejilla para que se enfríen del todo.




No dejéis de probarlas cuando aún están un poco calientes, están de muerte!!! Pero claro es con la excusa de ver como han quedado. 


Algunos apuntes o trucos

Como mi cocina es muy pequeña y no tengo una superficie grande para usar, tengo unos mantelitos de silicona que uso para poner en cualquier mesa y poder trabajar ahí.

Cuando tenemos hojaldre en el horno, no es bueno ir abriendo y cerrando el horno, ya que hará que no suba el hojaldre, ya que hasta que no pasen como 8 minutos, mejor que no abráis el horno, y si podéis no abrirlo hasta que ya estén listas las palmeritas mejor.

Si veis que os han quedado muy blanquitas por debajo o que las queréis más tostadas por debajo, se pueden dar la vuelta y volver a meter un rato más en el horno, pero estar muy atentos antes de que se os queme el azúcar. Ya se que estoy siendo muy plasta con esto, pero en cuanto se quema el azúcar amarga mucho y ya no es lo mismo.

Conservarlas. A mi me gusta o tenerlas en una cestita de mimbre, para que respiren bien o si vemos que van a durar unos días, meterlas en una caja de lata.



Cuando las palmeritas están frías se puede echar chocolate por encima y tener unas riquísimas palmeritas de chocolate. Para ello poner unos trocitos de chocolate en un bol y meterlo en el microondas durante 5 segundos, sacar y remover con una cucharita (todavía estarán muy enteros los trozos), volver a meter 5 segundos y sacar y remover y así, de 5 segundos en 5 segundos hasta que esté derretido  el chocolate. Con la misma cucharita ir echándolo sobre las palmeritas y dejar enfriar hasta que endurezcan. Si hace calor y no endurece a temperatura ambiente, podéis meterlas en la nevera.

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