Bolitas o croquetas de jamón y champiñones

Hoy algo clásico, que son unas croquetas, de las de toda la vida, pero para darle un poco de innovación, en vez de croquetas hacemos bolitas (que para mí es más cómodo) y las hacemos de champiñones y jamón serrano.

Ingredientes

• 1/2 cebolla.
• 200 gr de champiñones
• 100 gr de jamón serrano
• Harina
• Leche
• 1 chorrito de vino dulce (si no se quiere se puede eliminar)
• Huevo
• Pan rallado
• Aceite de oliva
• Sal

Nos ponemos manos a la masa

Lo primero que tenemos que hacer es lavar bien los champiñones y quitar el tallo. Picamos la cebolla, los champiñones y el jamoncito. Una vez picado ponemos la cebolla a pochar y cuando ya lleve un rato añadimos el jamón y el champiñón. Lo vamos moviendo, a fuego medio, hasta que está todo bien pochado, ya veréis como el champiñón reduce mucho.

Si hacemos unas croquetas tradicionales, ahora nos tocaría hacer la bechamel y luego agregar la "sustancia", pero como os he dicho vamos a innovar y vamos hacer la bechamel de una forma más rápida y sencilla. 

En la misma sarten donde estamos pochando y con el jamón, cebolla y champiñón dentro, agregaremos 2 cucharadas soperas de harina y la rehogaremos bien (para que no sepan luego la croqueta a harina cruda), para después incorporar poco a poco leche (puede ser también un caldo de jamón o de pollo) y un chorrito de vino dulce (yo usé vino de Oporto), hasta conseguir una masa. Poco a poco se va echando el líquido mientras se va removiendo hasta que vemos una masa con consistencia, ya que si queda muy líquida, luego no podremos hacer las bolas. No debe quedar ni muy líquida ni muy dura. Hay que tener en cuenta que una vez que enfría espesa un poco. No se deciros la cantidad de líquido que hay que echar, medio litro o más, según vaya pidiendo.

Una vez obtenida la consistencia deseada, lo ponemos en una bandeja a enfriar, yo lo suelo dejar de un día para otro, una vez que ya se ha enfriado, lo cubro con papel transparente y lo meto en la nevera, pero podéis hacerlas en el día siempre una vez que se haya enfriado la masa, para poderlas dar forma.

Un vez fría la masa, batimos bien el huevo, ponemos en un plato o papel de aluminio pan rallado. Hacemos bolitas con la masa, las pasamos por el huevo, las impregnamos bien y las pasamos por el pan, hasta que se cubra toda la bolita y no quede zonas con huevo. Y así con todas. Las dejamos un poco reposar para que se seque el pan y no estén humedas y así queden más crujientes.

Calentamos aceite de oliva (no muy fuerte, que sino las quemamos, dicen que debe estar entorno a 175 grados, pero bueno que esté caliente pero no mucho) y las freímos hasta que tengan un color doradito. No hay que meter muchas a la vez, ya que nos enfría el aceite y ya no quedan crujientes. Cuando estén hechas las ponemos sobre un papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. 

Y ya sólo nos queda comerlas!!! Eso sí, con cuidado de no quemarnos la lengua!!!

Algunos apuntes o trucos:

El reposo de la masa
Muchas veces cuando hacemos masas luego se queda la parte de arriba con una capa que se seca y está más dura y a la hora de moldear las bolas es incómodo. Para evitar esa costra, lo que hago es poner papel transparente un poco pinchado, pero lo pego a la masa y así está toda la masa fresca, ya que ninguna parte se ha quedado en contacto con el aire. También hay gente que a la masa por encima le echa un poco de mantequilla y luego lo cubre con el papele transparente en contacto con la masa. 

Batir el huevo
Es importante batir bien el huevo, para que no qeden partes de la clara sin batir, ya que si eso se impregna en la croqueta, hará que luego se nos desprenda el pan.

Crujientes
Para que queden más crujientes puedes o empanarlas con pan de molde más rústico o casero, que el grano nosea tan finito o incluso hacerle un doble rebozado, es decir, parasarlas por huevo, luego por pan, luego por huevo de nuevo y otra vez por pan. Pero tampoco hay que hacer una capa muy gorda de pan.

Congelar
Una vez que hemos empanado las croquetas (antes de freírlas) si no nos  vamos a comer ese día todas, podemos congelar las que no nos vamos a comer.

El día que las vayamos a comer podemos sacarlas y descongelarlas y freírlas o podemos freírlas congeladas, pero si las freímos congeladas es muy importante que el aceite no esté muy fuerte, ya que se nos quemarían por fuera y por dentro estarían frías.